domingo, 25 de enero de 2009

Entrevista Koldo Sebastián

Koldo Sebastián
El arte tiene lugar en cada uno de nosotros
“Cuando el ámbito de la cultura recibe apoyo, se actúa bajo interés político”
“La información tiene un valor mediatizador y los intereses de los medios coinciden más con intereses de mercado que con los culturales”
Artista y pedagogo, Koldo Sebastián (Pamplona, 1961) es uno de los creadores navarros más comprometidos y consolidados del panorama de la creación plástica a nivel foral. Ha sido miembro del Consejo Navarro de Cultura, desde donde ha manifestado reiteradas veces su gran compromiso con el arte emergente. Gran conocedor de las nuevas generaciones artísticas, dinamizador e impulsor del arte actual, su trayectoria denota que estamos ante un artista consagrado; su participación en exposiciones como Silencios: 22 pintores navarros, comisariada por Juan Manuel Bonet, y organizada por el Departamento de Cultura y Turismo en Baluarte le consolidan. Nadie mejor que él para trazar un perfil del arte navarro contemporáneo y una valoración del mismo.

- ¿Cómo ve la situación del arte navarro, tanto desde el punto de vista de la creación individual como de la promoción de la misma?

No tengo ninguna duda de que el panorama en Navarra es sumamente interesante en cuanto a las propuestas que el colectivo desarrolla a través de sus proyectos ya sea en disciplinas clásicas como la pintura o la fotografía o en otras de presencia más reciente como las instalaciones. Conozco a numerosos artistas que se plantean su actividad creativa con un elevado nivel de compromiso y que van dejando con su trayectoria un rastro que conviene seguir. Está claro que la apertura que supusieron el grupo de creadores contemporáneos de la “Escuela de Pamplona” tienen garantizada una continuidad gracias al trabajo de generaciones posteriores que discurren por la práctica totalidad de corrientes contemporáneas. En cuanto a la promoción, basta con recordar el reciente cierre de galerías y salas de exposiciones o la reducción de los presupuestos que las instituciones dedican al impulso de las artes plásticas. La difusión del trabajo de los artistas es parte fundamental del proceso creador y se echa de menos una visión a medio-largo plazo desde las instituciones navarras que permita consolidar una infraestructura mediante la que hacer promoción.

- Mencionaba anteriormente a la “Escuela de Pamplona” ¿Cree que actualmente existe algún nexo entre los artistas navarros que les identifique?

Yo creo que, más que una Escuela propiamente dicha, el grupo de pintores que Moreno Galván aglutinó en torno a esa denominación tenía su razón de ser en la coyuntura socio-política que les tocó vivir y en los lazos que existían entre ellos. Actualmente tengo la impresión de que no existe un nexo que permita identificar a los artistas. Creo, sin embargo, que existen algunas actitudes que, independientemente del lenguaje plástico que manejen, aparecen con cierta recurrencia, como el recogimiento que percibo en el trabajo de numerosos colegas y que fue el argumento en el que se apoyo la muestra “Silencios” presentada en Baluarte en 2007.

- ¿Se siente vinculado al arte que se hace en Navarra?

Soy parte del contexto en el que desarrollo mi actividad plástica. Me interesa lo que ocurre en mi entorno y procuro estar al corriente. Me gusta seguir las trayectorias de otros creadores y conocer sus proyectos e inquietudes. En este sentido, he tenido la suerte de participar en estructuras vinculadas al Departamento de Cultura que me han facilitado ese seguimiento y he podido conocer trabajos de los artistas más jóvenes. Pero creo que no es fácil establecer nexos sólidos. No obstante, el lenguaje basado en la abstracción geométrica tiene en nuestro contexto un desarrollo notable en torno al cual se aglutina a una numerosa relación de artistas.

El arte de hoy

- ¿Cómo ve la relación del público con el arte de hoy? ¿Hay prejuicios?

En la relación entre la oferta artística y el público en general existe una relación indiferente, que trasciende la consideración de la cultura como objeto de consumo para el ocio, y eso exige estar informado. No hablo de conocimientos, me refiero a una inquietud que ha de guiar la mirada del espectador. El creador y su obra han de poner de su parte, pero el contemplador debe aportar una disposición activa. Tan inadmisible me parece un planteamiento frívolo como la opinión superficial de un espectador. Es una lástima no tomar conciencia de la capacidad individual que tenemos para lograr que esa conexión con las propuestas contemporáneas se dé alguna vez. Frente al prejuicio, inquietud y ganas de aprender.

- ¿Tiene un lugar en la sociedad de hoy el arte? ¿Hay alguien que sepa realmente lo que es “arte”?

Sí hay alguien que sabe lo que es. Ese alguien es cada uno de los sujetos que ante la obra artística renuevan la conciencia de sí mismos y su vinculación con el mundo del que forman parte, ese alguien somos usted, yo o quien lea esta entrevista cuando reconoce esa conmoción que supone protagonizar una experiencia. Por lo tanto, el arte no tiene un lugar en la sociedad actual, lo tiene en cada uno de los que formamos parte de ella.

- ¿Qué caracteriza hoy la creación plástica? ¿Qué parte de responsabilidad tiene el arte en la pérdida de interés cultural general?

Pienso que la creación plástica cuenta con unos recursos para el acceso a la información y unos medios técnicos con los que desarrollar propuestas inimaginables hace décadas. Todo ese potencial es una de las cuestiones que cada autor ha de procurar gestionar para que ese filón no oculte las cuestiones de fondo. Es fundamental contar con todo aquello que va a ayudar a dar al trabajo que hacemos la entidad que merece, pero por delante de esa necesidad está la de tener algo que aportar. Quizá ahí resida parte de esa responsabilidad y puede que ese alejamiento esté justificado. Ahora bien, ¿son las creaciones plásticas las que deben interesar a la realidad o debe ser la realidad la que ha interesarse por lo que los creadores ofrecen? Parece necesaria una mediación que aproxime ambos polos. Mientras esa mediación no se concrete proyectos que faciliten un acercamiento, lo artístico se vivirá como elitista o, cuanto menos, reducto de minorías.

- Hablemos de ese papel mediador. ¿Qué opinión tiene de cómo se plantea la cuestión artística en el ámbito educativo?

Efectivamente los colegios tienen una responsabilidad enorme. Los programas educativos suelen tener una tendencia escasamente audaz que se centra en unidades didácticas mediante las que se abordan cuestiones más relacionadas con el saber que con la creatividad. La educación artística ha de considerar que uno de sus retos fundamentales es la creación de métodos, recursos y planes de acción mediante los que activar esa posibilidad en cada alumno y, en este sentido, el papel mediador del docente es determinante. ¿Cómo puede mejorar su papel mediador? A veces, basta con comenzar a utilizar de manera renovada alguna de las estrategias didácticas habituales. Pensemos, por ejemplo, en el uso que se hace de las preguntas y en cómo las formulamos. Preguntar a un alumno que observa un cuadro “¿Qué está pasando aquí?” en vez de “¿qué ves aquí?” supone inclinar la balanza hacia la indagación. Las preguntas que buscan alentar una aproximación intuitiva a lo que se percibe son una vía infalible para superar la vivencia hueca y trascender a la comprensión. La educación artística ha de procurar que en ese crecimiento tengan lugar experiencias que potencien el progreso de una sensibilidad y una inteligencia que más que a desvelar la verdad de las cosas, ayuden a descubrir el descubrimiento.

Apoyo institucional

- Abordemos ahora otro ámbito ¿Cree que el apoyo institucional que recibe el mundo de la cultura se basa exclusivamente en el interés político?

- ¡Ojalá fuese así! El interés político no solamente es legítimo sino que creo que es el principal de los intereses desde el que las instituciones han de articular aquello que tienen encomendado administrar. Nuestras instituciones y nuestros políticos deben aplicarse para conocer la situación en la que estamos, evaluarla, plantear opciones que permitan avanzar hacia posiciones mejores para todos y activarlas. Cuando el ámbito de la cultura recibe apoyo, estoy convencido de que se actúa bajo un auténtico interés político.

- Para concluir, ¿qué opinión tiene sobre el trato que reciben las artes plásticas por parte de los medios de comunicación? ¿Cree que la falta de interés se debe a que el mundo de la cultura no sabe “venderse” o es un problema de los medios al no saber trasladar su atractivo?

- Los “media” tienen la capacidad para condicionar la percepción de la realidad. Las artes plásticas no se escapan a este poder, están condicionadas por la actuación que desde los medios de comunicación se decide. Creo que el interés con el que se vive la oferta cultural está en estrecha relación con el tratamiento que obtiene en los medios de comunicación. La información tiene un valor mediatizador y los intereses de los medios de comunicación coinciden más con intereses de mercado que con los culturales. En el ámbito de las artes plásticas, la escasez de artículos de opinión, la prácticamente inexistente crítica sobre exposiciones y la desidia con la que se abordan cuestiones relativas a la actividad artística es realmente desalentadora. ¿Es un problema de la cultura por no saber trasladar su valor o una falta de consideración de los medios de comunicación? No lo se exactamente, pero como dice la popular frase “entre todos la mataron y ella sola se murió”. Espero no tener que asistir nunca a su funeral.

sábado, 4 de octubre de 2008

Desmontando a Perry

"Ahora me habéis enseñado muchas cosas, y os estoy muy agradecido... para mí es un personaje muy interesante; es un tío que no sabe funcionar en la vida y que sólo funciona en el arte y es un poco triste, y en cierto modo divertido". - Harry y los seres de su novela, es decir, él, él y más él. Pero diantre, Woody, eso tiene más sentido de lo normal.

Sé que Woody Allen puede provocar dentera y hasta rechazo, mero rechazo físico, el mismo que uno siente al ver un leproso o un geranio carcomido por orugas, y la coral en apariencia y monopolizada de facto Desmontando a Harry, pese a la devota reacción del sector gafapasta, tiene todos los votos para entrar en el club de películas odiadas. No lo dudo. No creo que sea el mejor film de Allen, tan obseso y egocéntrico como siempre, pero los diálogos (o monólogos) son geniales. En el cierre de la película, con Harry escribiendo la obra que de sentido a toda su vida y a todo lo pasado, narra el esbozo de la misma, tras dialogar con los personajes de sus novelas, de dialogar con él mismo. "Riffkin llevaba una fragmentada e inconexa existencia. Hacía tiempo que había llegado a esta conclusión: todo el mundo conoce la misma verdad, nuestra vida depende de cómo elegimos distorsionarla. Sólo tuvo serenidad al escribir. El escribir, en más de un aspecto, le había salvado la vida." De alguna manera soy Harry, entre otras cosas porque necesito escribir. Mucho más atractivo, esbelto y saludable, pero un Harry, rayos, y me temo que el blog durante unos meses tendrá altibajos creativos por el draconiano horario de tarde y unas mañanas de estudio y... bici. O mis abductores o el blog, no ha sido una decisión fácil. Este curso es el peor de lejos y este semestre el peor del curso, por lo que, si bien la continuidad es segura, desapareceré de manera intermitente, al menos hasta que consiga mi objetivo: encandilar a una rica hacendada y ser su hombre objeto, haciendo hijos y post hasta el fin de los tiempos. Creédme, he visto cosas más raras, estadísticamente no es tan improbable. Sobre el aprendizaje y el estudio... nunca he creído en ello y siempre he sido un vago académico, pasando cursos y cursos para cumplir expediente, pero no queda otra, ya seré ciclista profesional en otra vida; no es más que un trámite más caro de lo normal y lo lógico para otro título que da una serie de derechos en el brumoso mundo laboral.